Desayuno bajo frescos históricos

Disfrutar del desayuno en un salón impresionante, rodeado de frescos de Tiépolo, fue una experiencia mágica que no olvidaré. Además, la atención del personal nos hizo sentir especiales cada día.

Un pequeño inconveniente fue el ruido en algunas noches debido a eventos, aunque el personal gestionó bien nuestras quejas e hicieron lo posible por resolverlo rápidamente.

La decoración es exquisita, con lámparas de

seda veneciana que añaden un toque de elegancia. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar. Sin embargo, la ducha de nuestra habitación era algo pequeña, lo que podría ser incómodo para algunos.

Desayunar rodeado de frescos de Tiépolo es una experiencia que no se olvida. Aunque el ruido de una fiesta fue un pequeño inconveniente, el personal se encargó de solucionarlo rápidamente. Definitivamente volveré por la comodidad y la atención.

El desayuno se convirtió en una experiencia casi mágica, como si cada croissant estuviera hecho por un duende con habilidades culinarias. La vista desde la ventana de mi habitación era más espectacular que una postal, un deleite visual con los canales reflejando la luz del sol.

Ducha pequeña

Todo! Exquisita decoración veneciana, atención al detalle, acceso cómodo a transporte.

El desayuno se sirve bajo frescos de discípulos de Tiépolo, una experiencia realmente única. Las habitaciones son amplias y confortables, con detalles como batas, jabones y bombones que hacen la estancia más placentera.

Las habitaciones, aunque agradables, tienen un toque algo anticuado y carecen de bañera, ofreciendo solo ducha. Aunque estar a 50 pasos de la Plaza de San Marcos es genial, el hotel no se siente tan exclusivo al estar en una zona de gran afluencia turística, lo cual puede restarle un poco de encanto.

Disfrutamos de una estancia increíble, aunque el ruido en nuestro piso fue molesto.

encanto y atención en el hotel

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer que nuestra estancia fuera memorable. El desayuno, servido en un salón espléndido, ofrecía una variedad exquisita de sabores que deleitaban cada mañana. Además, la decoración del hotel, con toques de lujo veneciano, creaba un ambiente acogedor y elegante para relajarse.

Sin embargo, las instalaciones pueden beneficiarse de un ligero toque moderno para mejorar la experiencia general.

Una experiencia inolvidable en el corazón de Venecia

La atención del personal fue excepcional. Disfrutamos cada mañana de un desayuno exquisito en un acogedor salón, donde cada bocado fue un deleite. La proximidad a la Plaza de San Marcos nos permitió explorar con facilidad. Recomendamos preguntar por los detalles del menú local al personal. ¡son muy amables!

La decoración es exquisita, con lámparas de seda de Venecia que añaden un toque de elegancia. Además, la accesibilidad es notable, con rampas en todas las entradas que facilitan el movimiento para las personas mayores.

Sillas más cómodas serían apreciadas para descansar.

magnífica habitación en una ubicación inmejorable

desayuno abundante, habitación amplia y cómoda

ruido de fiesta

Disfrutamos de un desayuno increíble bajo frescos históricos, fue una forma genial de empezar el día. Además, el hotel está ubicado en una calle tranquila, a solo unos pasos de la plaza principal, lo que nos permitió explorarlo sin el bullicio turístico. La atención del personal fue excelente, siempre amigables y atentos.

Una noche hubo un poco de ruido debido a una fiesta cercana, pero el personal se encargó de resolverlo de inmediato. Esto fue una pequeña molestia en una experiencia, de otro modo, maravillosa. Las habitaciones son un poco anticuadas, aunque son cómodas.

El hotel destaca por su elegancia y atención personalizada. El desayuno es una experiencia única, servido en un salón impresionante. Sin embargo, las habitaciones podrían beneficiarse de una renovación, ya que algunos detalles parecen un poco anticuados.